Este vino refleja el alma de las cepas viejas (de hasta 60 años de antigüedad) de las variedades autóctonas que mejor reflejan el carácter de la zona de La Font de la Figuera, la Monastrell y la Garnacha Tintorera.
Vino estructurado en boca, envolvente, maduro, de paso largo y goloso
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85% Monastrell y 15% Garnacha Tintorera procedentes de cepas de entre 40 y 60 años.
Vino limpio, brillante, de color rojo cereza intenso y capa alta.
Nariz intensa, compleja, carácter mediterráneo destacando frutas rojas maduras, monte bajo, notas minerales y balsámicas propias de suelos calcáreos. En copa agitada se potencian las notas afrutadas y la complejidad propia que aportan las cepas viejas cultivadas en suelos pobres y en condiciones extremas.
Vino estructurado en boca, envolvente, maduro, de paso largo y goloso. Final largo, fresco y amable.
Perfecto para maridar con todo tipo de platos, en especial aquellos a base de carnes rojas, caza, guisos de pescado, platos tradicionales del territorio (gazpachos, gachamiga, arroces) y también para disfrutarlo solo.
Servir entre 16º y 18ºC.
Ficha técnica
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